Román Martínez Velázquez de Castro, el sacerdote que se enfrentó a un juicio por el caso Romanones y que fue declarado inocente por la justicia española, ha recibido también la máxima sentencia de inocencia del ámbito eclesiástico: el papa Francisco lo ha recibido en audiencia privada y le ha perdido perdón por lo ocurrido.
La reunión es el paso definitivo en la rehabilitación eclesiástica del cura juzgado y absuelto, tras la autorización concedida por el Vaticano en noviembre pasado para que pudiera ejercer de nuevo su labor como cura. Román Martínez fue suspendido para ello durante el tiempo que duró la investigación y el juicio. La reunión ha sido desvelada por la revista Vida Nueva, que explica que el Francisco lo recibió el 12 de julio en su residencia de Santa Marta en Roma y allí le pidió disculpas en tres ocasiones. Europa Press lo ha confirmado con el abogado del padre Román.